Germán Mallo

0 %
Germán Mallo
Data Scientist
  • Residence:
    España
  • City:
    Valencia
  • Age:
    21
Español
Inglés
Valenciano
Python
R
Photoshop
WordPress
Wondershare Filmora
SQL
  • Advanced Knowledge in Statistics
  • UPV Student
  • GIT knowledge

La falsa sensación de productividad: cuando “estar ocupado” no es avanzar

27/10/2025

Vivimos en una época en la que estar ocupado se ha convertido en una especie de medalla de honor.
Revisar correos mientras escuchas un podcast, contestar mensajes mientras comes, abrir tres pestañas mientras aún no has leído la primera.

Y al final del día, esa sensación de “he hecho mucho” se convierte en una trampa.
Porque hacer mucho no siempre significa avanzar.

El mito del multitasking

Durante años se nos ha vendido la idea de que ser multitarea es sinónimo de eficiencia.
Pero lo cierto es que el cerebro humano no fue diseñado para funcionar en paralelo.
Lo que hacemos no es multitasking, sino cambio constante de foco. Y cada vez que cambiamos, perdemos concentración, energía y tiempo.

De hecho, diversos estudios apuntan a que el cambio de tarea constante puede reducir hasta un 40% nuestra productividad real.
Es decir, pasamos casi la mitad del día reajustando la atención que perdemos por saltar de una cosa a otra.

La era de la sobreinformación

A esto se suma un nuevo ingrediente: la sobreestimulación.
Vivimos hiperconectados, y las redes sociales, los vídeos cortos y las notificaciones constantes han cambiado la forma en que nuestro cerebro procesa la información.

Estamos sobreinformados, pero poco concentrados.
Y eso crea un nuevo tipo de fatiga: la del déficit de atención moderno.

Nos cuesta leer un texto largo sin mirar el móvil, ver una película sin abrir Instagram, o incluso mantener una conversación sin pensar en otra cosa.
Esa hiperactividad mental genera la falsa sensación de productividad: sentimos que estamos haciendo mucho, cuando en realidad solo estamos reaccionando a estímulos.

Estar ocupados vs. estar enfocados

La diferencia entre ambas cosas es enorme.
Estar ocupado es llenar cada minuto con tareas.
Estar enfocado es dar sentido a cada minuto.

El enfoque no se trata de hacer más, sino de hacer lo que importa.
Y para lograrlo, a veces hay que desconectarse un poco: silenciar notificaciones, cerrar pestañas, dejar el móvil fuera del escritorio.

La verdadera productividad no viene del movimiento constante, sino del progreso intencional.

Una crítica a nuestra era digital

Este no es un mensaje de nostalgia ni un ataque a la tecnología.
Al contrario: vivimos en una era increíble, con acceso ilimitado a conocimiento y herramientas.
Pero también tenemos que aprender a convivir con ello sin que nos consuma.

Quizás el reto de nuestra generación no sea aprender a trabajar más rápido, sino aprender a concentrarse otra vez.
A recuperar el espacio mental que hemos fragmentado entre pestañas, notificaciones y algoritmos.

Posted in Sin categoría
Write a comment