Cuando hablo de proyectos de programación, inteligencia artificial o incluso de creación de contenido, muchas veces me preguntan: “¿Y con qué ordenador trabajas para todo eso?”. La respuesta sorprende: no necesito el PC más moderno del mercado para poder sacar adelante proyectos ambiciosos.
En este post quiero mostrarte los componentes de mi equipo y cómo, a pesar de no ser un ordenador de última generación, sigue siendo más que suficiente para experimentar, aprender y construir.
Procesador y gráfica: la base de todo
Mi PC monta un Intel Core i5-12400 de 12ª generación con 6 núcleos y 12 hilos. No es el tope de gama, pero me permite compilar proyectos, entrenar modelos de machine learning y ejecutar entornos de desarrollo sin problemas.
La tarjeta gráfica es una NVIDIA GeForce GTX 1650. Aunque hoy en día se habla mucho de GPUs de gama alta para inteligencia artificial, esta gráfica me sigue dando un rendimiento más que decente tanto en juegos como en tareas de programación con CUDA.

Memoria RAM: equilibrio entre potencia y precio
Actualmente tengo 24 GB de memoria RAM DDR4 (módulos Kingston a 2400 MHz). Esto me permite abrir varios entornos de desarrollo, máquinas virtuales y navegadores cargados de pestañas sin que el ordenador se resienta demasiado.
Almacenamiento: velocidad y capacidad
En el apartado de discos, combino lo mejor de los dos mundos:
- SSD NVMe Kingston de 500 GB, donde tengo el Windows 11 y programas principales.
- Otro SSD Kingston de 500 GB, que utilizo para el arranque del Ubuntu, y los programas que quiero que vayan rápido en esa parte del dual boot.
- HDD Hitachi de 1 TB y HDD Western Digital de 2 TB, perfectos para almacenamiento masivo de datos, cada uno relacionado con un sistema operativo respectivamente.
De esta forma consigo rapidez en el arranque y capacidad suficiente para no preocuparme por el espacio.
Placa base y otros detalles
La placa base es una ASUS PRIME H610M-E D4, sencilla pero funcional. Me da las conexiones necesarias y, sobre todo, estabilidad.
Completo el setup con un HyperX Cloud III Wireless para el audio, un ratón Razer Viper Ultimate y periféricos que hacen más cómodo el día a día.
¿Por qué cuento todo esto?
Porque quiero transmitir que no necesitas tener un PC de miles de euros para empezar a crear. Con este equipo he podido:
- Desarrollar proyectos en Python y R.
- Entrenar modelos de machine learning a nivel académico.
- Montar entornos de servidores y contenedores con Docker.
- Escribir, diseñar y gestionar mis páginas web.
Y todo sin necesidad de perseguir el hardware más nuevo cada año.
Conclusión
Mi ordenador no es perfecto, ni mucho menos el más moderno. Pero demuestra algo importante: lo que importa no es tanto la máquina, sino lo que eres capaz de hacer con ella.
Si tienes curiosidad, en este mismo blog puedes leer más sobre mis proyectos y ver cómo, con un PC “normalito”, sigo construyendo ideas que me motivan día a día.